Taipei 101, Taiwán
Los avances tecnológicos han provocado que el ser humano pueda crear cosas impresionantes que “vuelen” más allá del límite de la imaginación y de lo que alguna vez se pensó que podría crearse. Ejemplo de ello son los rascacielos, construcciones enormes que tienen una presencia imponente y una belleza magnífica. El día de hoy hablaremos de uno de los más emblemáticos del mundo, Taipei 101.
Origen
Este es un edificio de 101 pisos que se encuentra ubicado en la ciudad de Taipéi en Taiwán, de ahí su nombre. Cuenta con 509 metros de altura, lo que lo convierte en una de las construcciones más altas del mundo y un ejemplo impresionante de la arquitectura contemporánea.
El diseño de la torre fue elaborado por el arquitecto taiwanés C.Y. Lee y el estudio de arquitectura internacional de Skidmore, Owings & Merrill. La construcción de Taipei 101 comenzó en 1999 y se completó en 2004, convirtiéndose en un símbolo instantáneo de la prosperidad y la innovación de Taiwán, al también estar inspirado en una planta de Bambú, representando la fortaleza y flexibilidad del país. El edificio llegó a ser el más alto del mundo por muchos años, hasta que fue superado por el Burj Khalifa de Dubái en 2010.
La seguridad de Taipei 101
Se sabe que Taiwán se encuentra en el famoso “Cinturón de Fuego del Océano Pacífico”, por lo que una de las mayores preocupaciones a la hora de construir Taipei 101 era su ubicación en una zona sísmica activa. Para abordar esta preocupación, los arquitectos e ingenieros utilizaron un sistema de amortiguación de base, también conocido como “damper”, que actúa como un amortiguador, reduciendo la intensidad de las vibraciones causadas por los terremotos. Este sistema consiste en una gran bola de acero de 600 toneladas que se encuentra en la parte superior de la torre y que se desplaza en dirección opuesta a las vibraciones causadas por los terremotos, ayudando a mantener la estabilidad de la estructura.
Más cosas dentro del edificio
Además de su estructura segura, Taipei 101 también se destaca por su diseño moderno y elegante. La forma en espiral de la torre y sus características ornamentales, como la tradicional bóveda de cristal taiwanesa, la convierten en una obra de arte arquitectónica. La fachada de la torre está cubierta de vidrio reflejante, lo que permite que la luz solar se filtre y brille en todas direcciones, creando un efecto visual impactante.
En el interior de Taipei 101, se albergan diversas oficinas, e incluso un centro comercial con tiendas, restaurantes y atracciones turísticas, ofreciendo una experiencia de vida urbana completa para los habitantes de Taipei. Además, en el piso 89 se encuentra una plataforma de observación; los visitantes pueden disfrutar de una impresionante vista panorámica de la ciudad.
Taipei 101 y el medio ambiente
Otro aspecto destacado de Taipei 101 es su sostenibilidad y compromiso con la protección del medio ambiente. La torre cuenta con un sistema de energía renovable, incluyendo:
-Reciclaje de agua: este se hace por medio de la lluvia, la cual utiliza para riego y para el sistema de enfriamiento.
-Uso de energía renovable: la torre utiliza paneles solares para generar energía renovable y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.
-Iluminación LED: en tiempos recientes, la iluminación del edificio ha sido actualizada para utilizar tecnología LED, que consume menos energía y tiene una vida útil más larga que las bombillas tradicionales.
-Sistema de ventilación natural: el edificio cuenta con un sistema de ventilación natural que aprovecha la circulación del aire para reducir el uso de aire acondicionado y mejorar la calidad del aire.
-Certificación ambiental: Taipei 101 ha obtenido varias certificaciones ambientales, incluyendo la certificación LEED Platinum, que reconoce la excelencia en el diseño y construcción sostenible.
Además de estas medidas, Taipei 101 también ha promovido la conciencia ambiental entre sus empleados y visitantes. También cabe mencionar que el edificio ha organizado varios eventos y actividades para fomentar la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente; por ejemplo, la celebración del Día de la Tierra, con actividades como la limpieza de playas y la plantación de árboles. Sin duda todas estas acciones son ejemplares y hacen que la huella de carbono en nuestro planeta se reduzca.
En conclusión, Taipei 101 es un ejemplo impresionante de cómo la tecnología y la arquitectura pueden trabajar juntas para crear estructuras notables que sean a la vez funcionales, estéticas y comprometidas con el medio ambiente. Con su altura impresionante, su diseño único, su sistema de amortiguación avanzado y diversas actividades recreativas, la torre se ha convertido en un símbolo de la riqueza y el progreso de Taiwán y un destino turístico popular para visitantes de todo el mundo.
Y a ti… ¿Te gustaría visitar Taipei 101? ¡Queremos leerte!