No es un secreto que Rotterdam alberga grandes portentos de la arquitectura moderna, como el Cubo de Casas, el Puente Erasmus, Markthal o la Torre de Rotterdam. Sin duda, cada una de ellas se ha expandido por todo el mundo gracias a sus impresionantes diseños y dotes característicos, modernos e innovadores que los hacen lugares increíbles y sobre todo muy visitados. Por ello, decidimos seguir adentrándonos con otro proyecto magnífico que esta ciudad tiene para ofrecer: el Depot Boijmans Van Beuningen. Un lugar que ha maravillado a muchos gracias a su increíble estilo de construcción, además que es catalogado como un sitio único donde los futuros creadores, niños y estudiantes, pueden fascinarse con la creación, conservación y restauración del arte. ¡Conoce más detalles sobre esta edificación altamente reconocida y premiada por arquitectos expertos!
El Depot Boijmans Van Beuningen ubicada en Rotterdam, Países Bajos, es una colaboración entre el Museo Boijmans Van Beuningen (uno de los museos más antiguos y respetados de los Países Bajos, que alberga una impresionante colección de arte moderno y contemporáneo), el municipio de Rotterdam y la Fundación De Verre Bergen; diseñada por el estudio de arquitectura holandés MVRDV y dirigida por el arquitecto Winy Maas. Comenzaron sus trabajos de construcción entre los años 2017 y 2020, pero fue hasta el 6 de noviembre de 2021, cuando abrió sus puertas, pues aunque estaba previsto que se inaugurará en septiembre de 2020, la apertura se retrasó debido a la pandemia de COVID-19 y otros factores.
El maravilloso museo tiene como concepto principal la exhibición de arte de última generación y objetos culturales, permitiendo su disfrute por el público. Anteriormente, el espacio reducido impedía su exposición, pero con esta impresionante estructura, esto ya no es un problema. El diseño del edificio es un claro ejemplo de esta idea, ya que los objetos están expuestos en una gran fachada de vidrio que cubre toda la estructura exterior, permitiendo la visualización de la colección al aire libre.
De hecho, complementando lo anterior, cabe destacar que el Depósito Boijmans Van Beuningen es la primera instalación de almacenamiento de arte de acceso público en el mundo.
Estructura y diseño del edificio
El equipo de diseño de MVRDV decidió construir un edificio redondo, robusto y funcional que no le diera la espalda a los usuarios de la ciudad. Por ello, la fachada del edificio tiene la apariencia de una pila de cubos blancos apilados en diferentes ángulos, cada uno representando una sección con una función específica. Estas secciones están conectadas mediante una serie de pasarelas, escaleras y ascensores que permiten a los visitantes moverse libremente entre ellas. De esta manera, la edificación es accesible y fácil de recorrer para aquellos que lo visitan.
Además de lo mencionado anteriormente, otra de las razones por las que se eligió la forma curva de 10 metros de altura, es para ocupar el menor espacio posible dentro del parque, evitando así interferir con las áreas naturales. De esta manera, la edificación puede albergar todos sus programas en su interior sin perturbar el entorno natural. Esta decisión no solo permite preservar la belleza del paraje, sino que también crea un espacio funcional y eficiente para los visitantes.
Materiales Utilizados en la edificación:
En cuanto al uso de materiales, el edificio destaca por su fachada cubierta de espejos y paneles de vidrio que reflejan el cielo y el agua, creando la sensación de que la estructura está desapareciendo en el paisaje; también cuenta con un patrón de formas rectangulares que le dan una apariencia contemporánea y elegante.
En cuanto a los materiales empleados, la fachada del edificio es notable por su cubierta de espejos y paneles de vidrio, los cuales reflejan el cielo y el agua circundante. Esto da la impresión de que la estructura se desvanece en el paisaje, lo que aporta una sensación de armonía con el entorno natural. Además, su diseño cuenta con un patrón de formas rectangulares que le confieren una apariencia contemporánea y elegante.
Además de los paneles de vidrio, también se utilizó acero de alta calidad en la estructura, los pilares y los marcos de las ventanas. Este material resiste las tensiones y fuerzas que actúan sobre la edificación, lo que garantiza su durabilidad y seguridad. Asimismo, el edificio cuenta con una impresionante instalación de luces diseñada por Pipilotti Rist, la cual le brinda vida durante la noche y aporta un toque artístico al diseño.
Es importante destacar que el edificio fue diseñado con el objetivo de maximizar la eficiencia energética y reducir la huella de carbono, mediante el uso de materiales reciclados y reciclables. Para lograr este cometido, se instalaron paneles solares en el techo que generan energía renovable y se implementaron sistemas de ventilación y calefacción que minimizan el consumo de energía. En conjunto, estos elementos hacen que sea más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, lo que refleja una preocupación por el futuro del planeta.
El compromiso de este recinto con la naturaleza no se limita a la sostenibilidad, sino que se extiende a su relación con el entorno natural. Un aspecto destacable es que, en el techo de 35 metros de altura, se creó una forma de bosque que se ha convertido en uno de los mayores atractivos del edificio. Esta adición incluso ha sido reconocida con el premio al mejor techo holandés, incluso antes de la apertura. El bosque en la parte superior no solo proporciona una experiencia única a los visitantes, sino que también ayuda a fomentar la biodiversidad en la zona y a crear un ambiente más saludable.
Medidas del edificio:
El edificio posee una elevación de 39.5 metros y una superficie de 15 mil metros cuadrados. Su fachada redonda consta de 6.609 m² de vidrio divididos en 1.664 paneles, lo que asegura que el edificio se integre visualmente en su entorno. El tamaño de la edificación tiene una función práctica, la cual es permitirle a los visitantes ver el proceso de almacenamiento y restauración del arte, mientras que el vidrio recubierto con un filtro cerámico reduce la cantidad de luz solar que entra en el recinto y protege los objetos de la exposición excesiva a la luz.
Además de lo anterior, es importante mencionar que el Depot Boijmans Van Beuningen cuenta con una capacidad de almacenamiento de 151.000 objetos de arte. Para lograr esto, se construyó una estructura con estanterías móviles que pueden contener más de 85 kilómetros lineales de estanterías fijas, lo que proporciona una flexibilidad sin precedentes en términos de almacenamiento y organización del arte. Este sistema también cuenta con un sistema de seguimiento de objetos automatizado, lo que capacita una gestión más eficiente y precisa del inventario del museo.
Lo que los usuarios pueden encontrar en el interior del edificio
Finalmente, en el interior del edificio, su estructura curva de 10 metros es capaz de alojar todos los programas necesarios, desde espacios de almacenamiento, estudios de restauración e instalaciones de catering, hasta salas de cine y presentación. Asimismo, cuenta con cinco zonas climáticas diseñadas específicamente para albergar el arte más fino, incluyendo grabados, pinturas y fotografía, asegurando así la conservación óptima de cada pieza.
Como adición a lo anterior, también encontramos un atrio impresionante, que con sus escaleras y ventanas entrecruzadas en los espacios de almacenamiento, crea la impresión de un panóptico con una vista del arte desde todos los lados. Asimismo, trece vitrinas permiten a los visitantes interactuar con un collage de piezas de colección desde el momento en que ingresan al edificio, sumergiéndolos en la experiencia del arte desde el primer instante.
Sin duda, el Depot Boijmans Van Beuningen es un ejemplo impresionante de cómo la arquitectura puede lograr una conexión perfecta entre el entorno, el arte y la ciudad. Los paneles de vidrio añaden un valor único al concepto de integridad entre los usuarios al exterior y las manifestaciones artísticas al interior, logrando transmitir su mensaje de una manera excepcional. Este edificio es definitivamente una visita obligada para los amantes del arte y la arquitectura, y una prueba de cómo el diseño inteligente puede enriquecer la experiencia del visitante.
“El Depot Boijmans Van Beuningen ya es un ícono en Rotterdam, un activo maravilloso tanto para pasear entre una gran cantidad de arte excepcional como para disfrutar de una arquitectura especial, tanto en el interior como en el exterior”, comenta Said Kasmi, Concejal de Educación, Cultura y Turismo de Róterdam.