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Estación Central Rotterdam, Países Bajos

La Estación Central de Rotterdam ha maravillado al sector de la arquitectura por su espacio capaz de albergar una gran cantidad de usuarios al mismo tiempo, pero también por su destacado diseño completamente moderno que se adapta a las nuevas tendencias estructurales del siglo 21. Sin duda, es una pieza arquitectónica única, que no solo cumple con su tarea de trasladar a miles de usuarios hacia otras ciudades e incluso países, también funge como un sitio donde puedes ir a tomarte fotos, comer en algún restaurante o tienda comercial. 

Esta estación también es conocida como la puerta de entrada internacional a la ciudad, está situada en el centro de Rotterdam, Holanda, integrada en La Red Transeuropea de Transportes creada para la llegada del sistema ferroviario. Se caracteriza por la gran cantidad de viajeros (casi 320 mil) que transitan en ella día con día, ya sea en metro, tren o incluso en tranvía. Aunque parezca una construcción completamente nueva no lo es, pero se podría decir que sí, ya que únicamente usaron las bases de la estructura pasada; en su diseño se optó por usar uno diferente, más tecnológico y con bases de las infraestructuras modernas; en el uso de materiales y accesorios también implementaron unos distintos, capaces de soportar las grandes cargas de peso de los usuarios que pasan por ella. 

La remodelación de la Estación Central Rotterdam concluyó en el 2014, con el apoyo de tres constructoras distintas: Benthem Crouwel Architects, MVSA Architects y West 8. Se optó por actualizar su diseño y espacios, pues la estación anterior ya no satisfacía las necesidades y requerimientos de los usuarios; por ello, se decidió hacer una actualización completa del sitio, aumentando espacio para los transportes y para los visitantes. Se adicionaron varios túneles: túnel occidental a túnel temporal de viajeros, una nueva estación para trenes y pasajeros, y un nuevo puente sobre las vías para los visitantes. Cabe destacar que se tuvieron que demoler las explanadas del lado sur y norte para que la estación pudiera seguir funcionando a pesar de la construcción. 

Por otro lado, hablando específicamente de su estructura, el exterior está compuesto por un gran dosel angular de metal a la entrada de la central, combinado con vigas de madera ligera de cedro rojo occidental que recubren todo el techo, colocados en forma de listones, provocando un ambiente cálido y elegante hacia el recinto. Las puertas de entrada son completamente de vidrio, lo que permite la entrada de luz natural al lugar, causando una sensación de unión entre los usuarios que se encuentran al interior con los que están situados en el exterior del lugar. Por otro lado, el techo cuenta con una estructura de vidrio de 250 metros de largo, de los cuales, una tercera parte son de celdas solares que generan 320 megavatios al año. Cabe destacar que en la entrada delantera todavía se encuentra el reloj original de la edificación anterior y las letras que deletrean “Estación Central” solo que ahora se utilizan luces LED. 

Algo que debemos destacar en su diseño es que cada uno de los componentes actúan de manera individual, comenzando por la gran “V” que va descendiendo poco a poco hasta la entrada central. Después al interior, podemos notar que en el techo existe una fractura en una serie de crestas que van descendiendo en forma de picos sobre las plataformas.

En el interior se encuentra la sala principal que es sin duda el espacio más elegante e impresionante del lugar, pues está hecha de acero completamente; es importante destacar que su construcción al ser muy compleja tardó más de 6 meses en realizarse, ya que sus componentes tenían que construirse de manera individual y con las medidas exactas para que cada elemento quedará a la perfección; y no solo eso, cada uno de sus materiales, acabados y colores actúan de manera complementaria para crear un sensación única de tranquilidad y confort. Sus suelos están cubiertos por losas de piedra en colores rojizos, que van desde la explanada hasta el patio delantero de la estación.

Como pudimos observar la Estación Central Rotterdam es sinónimo de modernidad y elegancia, pues utilizó materiales de alta gama y diseños únicos para su construcción, pero sin olvidar el objetivo principal que era brindarle a los viajeros una experiencia única y confortable. Lo podemos apreciar desde la entrada que está revestida con madera y acero de gran calidad, sin mencionar su interior que cuenta con pisos estéticamente hermosos y un techo que impresiona por su compleja estructura.