Basílica de la Sagrada Familia, Barcelona
Las basílicas, son lugares espectaculares, donde se viven grandes historias, enseñanzas religiosas, y momentos de gran reflexión. Una de las características más importantes de estos recintos es que destacan por sus grandes diseños y estructuras poco convencionales, generando una sensación única en cada uno de sus visitantes. Por ello, hoy hablaremos de la Basílica de la Sagrada Familia, en Barcelona; un lugar sencillamente exquisito tanto en diseño, como en tamaño y por muchos es la obra más representativa del Art Nouveau catalán.
La Basílica de la Sagrada Familia, Barcelona, originalmente estaba pensada para diseñarse con estilo Neogótico, pero ahora es un ícono del Art Nouveau catalán. Es una gran obra arquitectónica diseñada por el arquitecto Antonio Gaudí en 1882, ha sufrido distintas adaptaciones a través de los años, es por ello que muchas personas la han apodado “la eterna incompleta”. Una de las peculiaridades más asombrosas es que cuenta con 18 torres, haciéndola un verdadero monumento, que se puede ver a cientos de kilómetros de distancia.El proyecto inició muchos años antes, se planeó una innovación en su diseño para diferenciarla de otras basílicas, convirtiéndola en una de las más importantes mundialmente.
Hablemos ahora un poco de su impresionante diseño y estructura, para comenzar, en principio construyeron su torsión parabólica, catenaria, para que la fachada refleje su gran altura; después se integraron los enormes ventanales, con diferentes símbolos de la religión católica. Tiene 5 naves distintas, en diferentes tamaños rodeando la nave principal, simulando una enorme corona. Por otro lado, tiene tres fachadas principales: la fachada de natividad, la de pasión y la fachada de la gloria en referencia a la “historia de la salvación”. Las 18 torres que la rodean, hacen referencia a diferentes circunstancias y aspectos relevantes de la historia católica, destacando que la más alta representa la crucificción de cristo, mientras las otras representan apóstoles, evangelistas y a la madre de Dios. Su magnitud alcanza los 172.5 metros de altura, convirtiéndola en la tercera basílica más grande del mundo, solo por detrás del Vaticano y la Basílica de Nuestra Señora Aparecida.
No solo el exterior tiene una magnitud irreal, en el interior tiene grandes espacios comenzado por un ábside de 90 metros y crucero de 60 metros; anchura de la nave central de 15 metros y sus naves laterales de 7.5 metros cada una; y por último una anchura del crucero 30 metros. También cuenta con un total de 36 columnas, que van de los 11 metros a los 22 de altura, cada una de ellas fue reforzada con piedra de Montjuïc, granito y basalto para el revestimiento, cobre una estructura sólida de hormigón armado, que sin duda le dan gran fortaleza a la edificación.
Por otro lado tiene un aspecto visual muy enriquecedor, pues su diseño es un arte conceptual que simboliza la naturaleza y los bosques de España. Incluso cada una de sus columnas se asemejan a grandes troncos de árboles, ramas, hojas y muchos elementos más de la flora. Además que su construcción se cimienta bajo estructuras como hiperboloides, paraboloides, helicoides, conoides y elipsoides.
Sin duda es una basílica espectacular, pues cuidaron cada aspecto para darle significado a cada uno de los componentes que la integran, lo podemos apreciar desde los grandes ventanales que permiten la incorporación de la luz para conmemorar el renacimiento de Cristo, así como este ejemplo hay muchos significados más para los diferentes componentes que integran la construcción. Es por esta razón que ha tardado más de un siglo en construirse, porque han cuidado cada variante para que sea simplemente perfecta. Es un claro ejemplo de la construcción moderna, tiene grandes matices, materiales y diseños, a pesar de que se comenzó a construir hace años, su arquitectura es muy avanzada e incluso deja a la reflexión ¿cómo es que un diseño así pudo surgir en épocas tan antiguas?