Titanic Belfast, Museo y Centro de Visitas, Irlanda del Norte
Hoy hablaremos de uno de los museos más importantes de la época moderna y el más relevante de Irlanda del Norte. Famoso por ser el sitio donde se diseñó y construyó el barco más popular de la historia y también por ser la atracción temática con mayor relevancia en torno al renombrado Titanic: un proyecto que no solo destaca por las increíbles anécdotas e historias que se cuentan en su interior, también por ser una estructura monumental que es digna de catalogarse como un portento de la arquitectura vanguardista.
El edificio Titanic Museo y Centro de Visitas ha marcado un antes y un después en Belfast, pues su edificación implicó un gran crecimiento económico y turismo para la ciudad. Existía mucha controversia sobre si era correcto diseñar un concepto alrededor de un suceso tan trágico como lo es el Titanic, pero 100 años después se decidió crear homenaje a todas esas personas partícipes en su construcción y diseño; para lograrlo las agencias constructoras CivicArts Eric R Kuhne & Associates y Todd Architects trabajaron en conjunto con Harcourt Construction y otros socios para la edificación del nuevo hito de la arquitectura moderna en Irlanda del Norte, abriendo sus puertas el 31 de marzo de 2012, después de más de 6 años de construcción.
Es una obra arquitectónica única, pues nos cuenta la historia detrás del Titanic de una forma peculiar, haciendo uso materiales y diseños que se utilizaban en 1912 en Belfast; de hecho, el proyecto inició dado que durante 100 años se guardaron muchos accesorios y decoraciones de cuando se inauguró, por eso decidieron utilizarlos para crear un lugar donde se contarán las historias más emblemáticas que se vivieron dentro de él. Claro que lograrlo no fue una tarea nada fácil y mucho menos económica, ya que se gastaron más de 7,000 millones de euros en su edificación total y pudo ser mucho más, pero tuvieron que limitarse ante la falta de recursos.
Su conformación y diseño implicó un gran desafío para todos los encargados del proyecto, puesto que tenían dos grandes retos, el primero era cuadrar su compleja geometría y el segundo hacerlo en una estructura de más de 28 metros de altura. Para lograrlo requirieron no solo de grandes expertos, también de tácticas de construcción innovadoras y un estudio minucioso de la edificación en modelado 3D para generar varios prototipos visuales y así generar apoyo a los arquitectos y que fuera más sencillo para ellos detallar dónde debía ir cada fragmento, accesorio y material.
El edificio está revestido por 3 mil placas de aluminio anodizado de plata, que es un material difícil de conseguir y más en las cantidades solicitadas. Para lograr que cada una de estas piezas se colocaran en las medidas correctas, se tuvieron que mandar hacer a la medida, pues dos de cada tres tienen una forma única, mientras las que se repiten nunca son iguales en más de tres ocasiones. Todo esto, con el objetivo de hacer juegos de luces y sombras, para crear sensación visual que asemeja la textura de la superficie del mar. Asimismo, el edificio se compone de cuatro cuerpos que están unificados por un gran vestíbulo transparente de 18 metros de altura por el cual los usuarios pueden acceder a diferentes espacios dentro del recinto con facilidad.
La estructura al interior también destaca por sus grandes espacios, ya que encontraremos más de 12 mil metros cuadrados de superficie que están divididos en cinco niveles, con una altura de 10 pisos. Al contar con espacios tan amplios permitió que los diseñadores y arquitectos trazaran todo el diseño a la perfección y colocar cada elemento de forma exacta. Igualmente, ante a su increíble altura se pudo colocar una réplica de las emblemáticas escaleras usadas en el Titanic: cuentan con 23 metros de alto y 24 de ancho; por su gran tamaño, se tuvo que construir en 6 partes y se utilizó la misma madera roble rojo usada en el barco.
En cuanto a la forma del edificio, esta hace referencia a una gran cantidad de metáforas marítimas comenzando por sus cuatro segmentos salientes que asemejan a las pruebas de los barcos que se abren camino a través del oleaje del Atlántico Norte. Otra gran referencia es que toda su fachada está revestida con placas tridimensionales qué nos recuerda a los métodos de construcción que se utilizaron para la creación del gran barco Titanic. Algo que no muchos saben es que la edificación de este gran edificio tardó el mismo tiempo en construirse que el barco Titanic, algo que fue meramente casualidad pero es increíble ver cómo hasta en esos detalles tuvieron esa similitud.
Adicionalmente al museo, también los usuarios podrán crear nuevas experiencias en los diferentes espacios dedicados a la educación, restauración y venta de artículos especializados que permitirán al usuario tener una visita aún más satisfactoria.
Como hemos podido observar, el edificio Titanic Belfast es un claro ejemplo de la construcción vanguardista, pues hace uso de cada uno de los elementos de la actualidad para crear una sensación única, no solo al interior del recinto, sino también en su exterior. Este gran proyecto nos deja ver que lo más importante es cómo vas a contar la historia, pues cada uno de sus componentes ayuda a que los usuarios se sientan atrapados con el lugar y así puedan crear experiencias únicas que perseveren en ellos para toda la vida.