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Port House, Amberes, Bélgica

Constantemente vemos cómo las ciudades se van renovando en cuestión de arquitectura, un claro ejemplo de esto es Bélgica, que se ha preocupado por renovar cada una de sus edificaciones e incluso crear unas nuevas. Esto lo hacen con dos claros propósitos, uno aumentar el turismo, dos enriquecer a todos los amantes de la arquitectura por el mundo. Una de estas infraestructuras fue el Port House, que se creó con el propósito de brindarle al puerto mayor protagonismo, con un diseño único y materiales completamente vanguardistas.

Port House fue inaugurado en el segundo mayor puerto de Europa en la ciudad de Amberes, el 22 de septiembre de 2016. Esta edificación nace con la encomienda de renovar en su totalidad el antiguo edificio del puerto de la ciudad belga, lo cual no era una tarea para nada sencilla, por ello decidieron poner al mando en su totalidad a la prestigiosa firma británica Zaha Hadid Architects, reconocida por diseños como: Heydar Aliyev Center, phaeno, Pabellón Puente, entre otras grandes construcciones. A pesar de que no fue una encomienda sencilla, después de 10 años de constantes cambios y modificaciones a la estructura, lograron crear una de las infraestructuras más innovadoras, mundialmente hablando.

Al ser un proyecto tan ambicioso, sus costos en materiales y manufactura llegaron a más de 55 millones de euros, pues no solamente se adaptó el viejo cuartel de bomberos, también se añadió una estructura en forma de barco por encima con la intención de que los servicios técnicos y administrativos pudieran alojarse en un solo lugar. Algo que sin duda era muy importante, pues ante los espacios reducidos gran parte del personal estaban ubicados en diferentes edificios de la ciudad, lo que implicaba mucho gasto y fallas en logística.

Sin duda, una de las cosas que más llaman la atención del edificio, son sus espacios: ancho de 24 metros, 21 de altura y un largo de 111 metros; en total el proyecto cuenta con 12 mil ochocientos metros cuadrados. Lograrlo no fue nada sencillo, puesto que una de las tantas encomiendas era que no se perdiera la relevancia de la estación de bomberos, pues este sería o es uno de los atributos más importantes del lugar. Para lograr sostener esta gran infraestructura se necesitó de materiales reforzados como pilares de hormigón y 900 toneladas de acero. Lo que significó un gran acierto, pues los usuarios pueden disponer de vistas espectaculares al puerto, además de brindarle gran protagonismo a la estación.

Es momento de hablar de la gran estructura que rodea el edificio; primero es importante mencionar los materiales que la revisten. Está envuelta por una superficie cristalina de más de 2 mil paneles, con la intención de que se reflejen las olas y los tonos cambiantes del cielo, brindando un gran aspecto visual al lugar, además de crear una fluidez visual única. Estas facetas tienen una forma triangular y en su mayoría son transparentes, pero también, hay algunas opacas, lo que asegura que exista suficiente luz dentro del recinto y a su vez, que no sea demasiada para no obstruir la vista de los usuarios al interior. Además, esta alternancia de tonalidades en el cristal facilita crear vistas panorámicas de la Escala, la ciudad y el puerto, así como una envolvente.

El patio central de la antigua estación de bomberos fue revestido y cerrado con un techo de vidrio para convertirse en lo que hoy son las oficinas. Desde ahí, los visitantes pueden acceder a la sala de lectura donde podrán conocer un poco de la historia del lugar e incluso interactuar con los camiones de bomberos en desuso que fueron restaurados para su exhibición. Ahí mismo, podrán subir por ascensores panorámicos para tener acceso a la nueva extensión.

Una de las tantas encomiendas de la ciudad, era que el edificio se construyera de forma sustentable, por ello los materiales y elementos de su construcción fueron transportados por agua para evitar los gases emitidos por los camiones o camionetas de carga. Asimismo, cuenta con un sistema de energía de pozo que bombea agua a profundidad por debajo del nivel del agua, para proporcionar refrigeración y calefacción natural; e incluso se añadieron accesorios sin agua y detectores de movimiento para minimizar el consumo de agua; en cuestión de iluminación se colocaron controles de automatización para evitar el uso de luz artificial durante el día.

Por último, a pesar de que la idea principal es que el Port House fuera un lugar destinado al trabajo, ante su impresionante diseño y espacio, se integraron áreas de interacción como restaurantes, salas de reuniones y auditorios ubicados en el centro de los niveles superiores del edificio existente y los pisos inferiores de la nueva extensión. 

Sin duda, una de las cosas más tristes es que al concluir su edificación, Hadid, la encargada del proyecto, murió de un ataque al corazón a los 65 años. Una arquitecta que dejó un gran legado a nivel mundial, pues fue una de las pioneras de la revolución de la arquitectura, por sus diseños novedosos y completamente vanguardistas.

Esta edificación nos brinda grandes enseñanzas de construcción y sobre todo, la importancia de valorar la historia y diseños antiguos, ya que eso sin duda hace que la construcción se sienta más cálida al contar con los grandes hallazgos de la arquitectura pasada, sumado a los avances arquitectónicos hacen una fusión única e irremplazable, algo que sin duda logró en su totalidad el Port House.

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