Librería Pública Central, Seattle
Las bibliotecas por el mundo se han catalogado como santuarios del saber, ya que dentro de ellas suceden miles de aventuras imaginarias, descubrimientos históricos, paisajes magníficos y de igual manera estas recaudan la información más relevante de la historia de la humanidad, así como datos de interés general, entre otras muchas cosas. Son sitios extraordinarios que enriquecen la sabiduría de las personas, pero por qué detenerse solo en su interior, pues al exterior debe lucir igual de impresionantes para que crear una perfecta sintonía entre lo que leen y donde están parados; con esa encomienda la Librería pública Central comenzó uno de los proyectos más visionarios de Seattle. Conoce cada detalle de esta obra arquitectónica moderna que ha maravillado no solo a visitantes sino también a expertos en el tema; conócela.
La Biblioteca Central de Seattle, es la sede principal del Sistema de Biblioteca Pública de Seattle, Washington, Estados Unidos. Una obra magnífica del estudio Office for Metropolitan Architecture, dirigida por el arquitecto Rem Koolhaas. Inaugurado el 23 de mayo de 2002, siendo así uno de los proyectos más vanguardistas de la ciudad, dado su diseño completamente visionario y el uso de materiales de primer nivel.
La flexibilidad en estas bibliotecas contemporáneas se refiere a la creación de espacios genéricos donde se pueden realizar varias actividades. Con este enfoque, los programas no están separados y los espacios individuales no tienen características distintivas. Su concepto busca que las bibliotecas no solo sean recintos dedicados a la lectura, pues se busca que sea una nueva forma de almacenar información de todas las formas posibles.
El edificio se compone de cinco bloques colocados uno por encima del otro; puestos de esta forma para darle un significado diferente a cada uso de estos bloques dentro del recinto, de esta manera que los usuarios puedan encontrar cada espacio de acuerdo a su diseño.
Aunado a esto, hablando de su increíble edificación, este se compone de una fachada edificada por un acristalamiento triple de piezas de cristal de 1.2 metros de longitud por 2.1 metros de altura, cortadas en forma de diamante. Se optó por incluir una malla de aluminio expandido al interior del cristal en zonas específicas. El resto, cuenta con capas con uniones sólidas que permiten soportar las diferentes contingencias ambientales como la lluvia, vientos, entre otros.
Para su estructura se necesitó de diferentes sistemas estructurales para una mejor cimentación de cada uno de los componentes del edificio. En principio encontramos el sistema uno, que se compone de cercas perimetrales a las plataformas, con una profundidad que abarca varios pisos para soportar las cargas de gravedad. Estas se apoyan sobre columnas inclinadas de 1.32 metros, para así poder soportar aún más peso. El segundo sistema, es la rejilla antes mencionada, que conecta con las cercas de las plataformas, sirviendo de acabado en los interiores, mientras soporta la cortina de vidrio que recubre la construcción.
La optimización de las formas y tamaños de los diamantes de acero permite utilizar piezas estandarizadas, facilitando la prefabricación y la construcción. Al mismo tiempo que la utilización de vidrio plano del mercado también redujo los costos y mejoró la facilidad de instalación. Dando como resultado que el edificio se integrase perfectamente en su entorno urbano.
Ahora bien, dejando a un lado su estructura, toca hablar de sus materiales. Para su construcción se hizo uso de diferentes componentes de alta calidad y durabilidad, como: vidrio, acero, aluminio, madera y concreto en las diferentes zonas tanto al interior como al exterior.
En las ventanas se utilizaron cristales dobles, para reducir la pérdida de calor y a minimizar el ruido exterior. Por otro lado, el acero y el aluminio se usaron para la estructura y los detalles del edificio, mientras que la madera se utilizó para dotar a los suelos de las diferentes áreas de mucha calidez y sobre todo elegancia; algo sin duda muy característico en cada una de las bibliotecas mundiales. En cada uno de estos espacios, se optó por hacer uso de colores diferenciados, para que de esta manera los usuarios pudieran comprender a la perfección donde están situados; por ejemplo, las áreas de reuniones utilizaron tonos rojizos y amarillos para resaltar el poder, la fuerza, la emoción y pasión que se vivirá dentro de esa zona en específico.
Aunado a esto, la Biblioteca se construyó con bases de sostenibilidad, por ello se hizo uso de materiales y tecnologías amigables con el medio ambiente. Tan es así, que cuenta con ventilación natural. También hizo uso de luces LED, que además de ser excelentes para brindar calidez y protagonismo al edificio, reduce el gasto de electricidad. Asimismo, cuentan con un novedoso sistema de agua, que recolecta la lluvia para usarse en trabajos de limpieza o jardinería.
Estos son algunos de los materiales más importantes en la construcción de la biblioteca:
Interior
- Hormigón armado: 18 mil 400 metros cúbicos
- Barras de refuerzo: 2.050 toneladas
- Acero: 4.644 toneladas.
Exterior
- Vidrio: 9 mil 994 piezas
- Cortina exterior: 126 mil 767 metros cuadrados
- Malla expandida de metal.
Por último, es importante hablar de su impresionante distribución de los pisos.
En el primer nivel encontramos el vestíbulo que cuenta con 1.200 metros cuadrados, en donde se encuentran computadoras, la recepción, comunicación pública y áreas infantiles, además de un gran auditorio con capacidad para 275 personas, aunque se pueden añadir asientos si así se requiere. Algo que también es importante destacar de esta área es su sección de idiomas, donde hay hasta 11 tipos de alfabetos marcados.
En el nivel dos, está el área administrativa donde se encargan del envío, recepción, clasificación, entre otros servicios. Después, más arriba nos encontraremos con el piso tres, destinado a área de lectura, tiendas de regalos, cafeterías y un espacio especial para que los usuarios puedan observar desde las alturas otras salas. El nivel cuatro, destaca por sus salas de reuniones; además de dos laboratorios destinados a la formación tecnológica.
Subiendo un poco más está el nivel cinco, que básicamente es atención al cliente o en este caso a los usuarios; además de esto encontraremos un laboratorio grande de computación, el centro de empleo, libros de trabajo y estudios, escáneres y equipos de edición de imágenes, enciclopedias, tablones de anuncios, entre otras cosas. Este espacio se caracteriza por su uso de tecnología.
Del nivel seis al nueve, los usuarios encontrarán las estanterías de libros; lo importante de estos pisos es que están conectados por medio de rampas suaves, lo que les permite ir progresando y así, encontrar de manera más sencilla el contenido que están buscando.
Para finalizar el recorrido tenemos los pisos 10 y 11; el primero destinado a salas de lectura; y el segundo para oficinas administrativas.
Sin duda, es un proyecto completo en todos los aspectos, desde su diseño en forma de diamante que dota al lugar de gran protagonismo y relevancia desde el exterior; y en su interior nos sorprende con su forma de un gran atrio central que se extiende desde el primer piso hasta el techo, conectando todas las plantas del edificio.
En conclusión, la Biblioteca Pública Central de Seattle es un ejemplo para las nuevas edificaciones, pues creó un concepto especial, pero sin perder los rasgos únicos que caracterizan a las bibliotecas públicas.