Sin duda, los eventos deportivos generan un gran impacto en la arquitectura, un claro ejemplo es el Hotel Yas Marina Grand Prix Circuit, que fue edificado para hospedar a miles de personas durante la fórmula 1 de Etihad Airways Abu Dhabi Grand Prix. Este proyecto se creó bajo la consigna de ser un lugar donde los visitantes pudieran obtener un alojamiento lujoso y cómodo, antes y después de la competición; pero no querían que fuera un hotel más, pues buscaban que fuera una base sólida para darle mayor espectacularidad a este evento magnum. Su construcción es sencillamente exquisita, ya que tiene grandes hallazgos en materiales y diseños que son dignos de mencionar y resaltar.
El Hotel Yas Marina Grand Prix Circuit comenzó su edificación en el 2007, por el grupo Al Futtaim Carillion para la empresa Aldar Properties; bajo la encomienda de encarnar las influencias clave e inspirarse en la cultura de la localidad, por eso sus formas están asociadas con velocidad y el espectáculo, además de su arte y sus geometrías que forman la base del antiguo arte islámico y tradiciones artesanales. A pesar de estos requerimientos, la construcción logró terminarse en octubre del 2009.
La estructura consta de 85 mil metros cuadrados, con 12 pisos que en total albergan 500 habitaciones. Son dos hoteles los que se construyeron, uno ubicado dentro del circuito de carreras y otro en la Marina misma, unidas entre sí. Una de sus principales características, es la inversión que se le dio de más de 36 millones de dólares en el desarrollo no solo del hotel, sino también de la pista de competición, pues ante las peticiones tan ambiciosas se requería de un gran presupuesto para lograrlo.
Dentro de las principales características de este gran diseño está su forma curvilínea de acero conocido como el “Red Shell” con más de 5,800 diamantes que están colocados en los paneles de brillo; esto provoca que el hotel parezca envuelto sobre un velo, dándole sin duda un excelente factor visual y sobre todo, espectacularidad a la construcción.
Otra implementación que sin duda es un factor importante a considerar, es el puente que conecta ambos edificios, que no solo sirve para trasladar a los usuarios, sino también que les permite tener una vista desde el balcón de la pista de carreras o incluso admirar el hermoso paisaje de la ciudad.
En cuestión de diseño, este conecta visualmente con los fusibles de todo el recinto, con lo que se crean efectos ópticos y reflexiones espectrales que juegan contra el cielo circundante, mar y paisaje desértico. Esto ayuda a que resalte a kilómetros de distancia su estructura, que a su vez funge como un gran complemento turístico para la ciudad.
De hecho, para lograr que el hotel pudiera percibirse y admirar a kilómetros de distancia, se añadió un sistema de iluminación LED que ilumina los elementos de vidrio de forma individual, con un complejo sistema de control que actualiza los colores y el brillo 20 veces por segundo. Tanto fue el impacto de la adición de estas luces que obtuvo el premio de diseño de iluminación AL por logros sobresalientes y el premio de diseño de iluminación de Oriente Medio.
Y no solo eso, la edificación tiene la gran ventaja de ser ambientalmente sostenible, lo que no solo la hace un espectáculo visual perfecto para la fórmula 1, sino también un ejemplo para las construcciones en todo el mundo, dando el claro mensaje que pueden juntarse los dos factores consiguiendo un resultado inigualable.
Sin duda, un hotel que nos maravilló desde el día uno por su increíble diseño que resalta desde todas las perspectivas en que se admire. En la arquitectura hay edificaciones que merecen tener el nombre de “arte” y esta es una de ellas, pues logró combinar factores culturales y tecnológicos de forma única para la competición automovilística más importante del mundo, la Fórmula 1.
