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Harpa Concert Hall, Islandia

Las edificaciones destinadas a la orquesta cada día se enfocan más en crear infraestructuras espaciosas, con el uso de materiales novedosos y un estilo distinto a los recintos antes vistos. El Harpa Concert Hall, nace con esa encomienda, de ser un lugar diferente, con un diseño completamente futurista para estar a la altura de los grandes recitales y conciertos que se viven dentro de él. Es importante conocer más sobre esta obra arquitectónica tan especial, pues sin duda, tiene grandes detalles en su construcción que deben destacarse.

El Harpa Concert Hall es un centro de conciertos y conferencias de Reikiavik (capital de Islandia). Este proyecto fue diseñado por el estudio de arquitectura Henning Larsen, en colaboración con el artista Olafur Eliasson. Hubo muchas complicaciones que retrasaron la edificación, pues ante la crisis del 2008 al 2009 tuvieron que detener los trabajos de construcción durante un tiempo. A pesar de estas limitaciones, el edificio logró concluirse en 2011, pero tuvieron que pasar 6 años más para que se celebrará la primera ópera en el recinto.

Una de las principales encomiendas de los encargados, era que el edificio girará en torno a la naturaleza, por eso las cuatro salas están integradas una al lado de otra para crear volúmenes cerrados y que así la estructura tuviera la forma de montañas volcánicas características de Islandia. 

Para lograrlo, la fachada se diseñó bajo principios geométricos, en donde la luz y transparencia son parte importante para lograr el resultado esperado. Para ello utilizaron ladrillos cuasi en diferentes secciones; en principio para el lado sur usaron 823 unidades de 12 lados cada uno, que tuvieron que ser elaborados de forma individual para lograr la forma requerida. Para el resto de las fachadas y el techo se usó una variante de dos dimensiones, para así crear un revestimiento plano de cinco caras y armaduras poligonales de seis caras. Sin duda, esto implicó un gran reto, pero gracias a diferentes modelos en 3D, pudieron tener una imagen más clara de donde debía ir colocado cada material para lograr la estructura esperada.

El uso de estos materiales sirvió para brindar transparencia y reflexión a la estructura, de tal manera que se pudiera reflejar cualquier estación del año a la perfección; por ejemplo, en días nublados crea un reflejo único que se complementa con el cielo, dando gran aspecto visual desde largas distancias. Al interior pasa lo mismo, pues estos mismos vidrios se extienden por la orilla sur del edificio, arrojando gran iluminación en los pisos y balcones.

Todo esto se complementa de forma única gracias a las luces Led de 1.5 metros de largo, que fueron colocadas en la fachada del edificio. Cada una está colocada en una extrusión de aluminio, diseñado individualmente para que embone a la perfección con la geometría de la estructura. 

Además, el juego de luces se complementa con proyectores que fueron colocados en la plaza para iluminar los caminos con proyecciones de la naturaleza (estas cambian dependiendo el evento que se vaya a celebrar o incluso la temporada del año). Esto provoca que caminar hacia el recinto sea una experiencia visual espectacular.

Por otro lado, la estructura está compuesta en su mayoría por acero y cristal de diferentes dimensiones: en la fachada sur tiene una elevación de 33 metros, compuesta por mil ladrillos cuasi de 2.2 metros de alto, este espacio es ocupado por 12 módulos de vidrio y acero. Para lograrlo, se usaron 10 tipos de vidrio para la construcción de las diferentes fachadas, incluyendo tres cristales dicroicos de color amarillo, verde y naranja que reflejan al exterior los colores azul, rojo y morado. También se usaron vidrios transparentes, antirreflectantes y cinco diferentes tipos de cristal reflectante, elegidos por sus distintos tonos o por sus niveles de reflectividad. Para lograr unificar estos materiales tan complejos se requirió usar sellador estructural a base de silicona, creando un muro cortina que brinda gran resistencia al edificio.

Por último es importante hablar de su increíble interior, para empezar lo que más destaca es la sala de conciertos y conferencias, pues cuenta con un espacio inmensurable de 28 mil metros cuadrados; y no solo eso, también tiene una increíble vista al mar y las montañas de Reykjavik, algo que sin duda le brinda un factor sorpresa a todos los usuarios que ingresan por primera vez al Harpa Concert Hall. Aparte de este espació, también cuenta con vestíbulos, cuatro salas de estar, oficinas, salas de ensayos y vestidores en la parte trasera del edificio. Los salones se encuentran conectados uno junto al otro, con acceso del público en el lado sur y entre bastidores desde el acceso norte. Por último, en el cuarto piso hay un área multifuncional para reuniones o eventos más privados.

Aparte que, por sus grandes espacios, también incluyeron diferentes tiendas, bares, restaurantes y lo más impresionante, su balcón mirador que permite tener vistas espectaculares de los paisajes.

Sin duda, el Harpa Concert Hall es uno de los centros de conciertos y conferencias más importantes del mundo, pues se preocupó por reflejar a la perfección la identidad de Islandia, aparte de que sus materiales tecnológicos, dan un factor visual impresionante al recinto. Hay muchas cosas que impresionan de esta edificación, sería absurdo elegir solo una cosa entre las tantas características que el lugar nos da.