La vida que llevamos actualmente está llena de lugares donde hay mucho movimiento y estrés que puede afectar mucho nuestro estilo de vida y el modo en que nos desenvolvemos, por eso es importante contar con un momento que sea sólo de nosotros, aunque en ocasiones puede ser difícil asistir a clases o adquirir productos para relajarnos; sin embargo, ¡esta no es la única forma de lograrlo!
Tener un espacio de meditación en casa es fácil y nos ayudará a mejorar nuestro día a día. Lo primero que debes hacer es elegir un lugar donde estés a gusto, lejos del bullicio, por lo que la sala tal vez no sea la mejor opción. Una alternativa es el estudio o tu habitación.
Cuando hayas elegido el lugar, evita poner aparatos tecnológicos, ya que el sonido o vibración causan un efecto de ansiedad y distracción. Así que diles adiós sólo por un rato. Los colores son importantes, elige los que sean claros: el blanco y los tonos pastel funcionan muy bien. Cuida que esté limpio, sin exceso de muebles o artículos, pues mientras más espacio tengas, más relajado te sentirás.
Las plantas son perfectas para sentir la naturaleza, al igual que una ventana cerca, ya que te permitirá la entrada de aire fresco, incluso si optas por aromatizantes o esencias que te relajen. La música tranquila es el complemento ideal.
Ahora que ya tienes ese espacio relajante, cuida que el caos no llegue a él, no dejes cosas tiradas por ahí que terminen acumulándose, dando fin a tu lugar de relajación.
