Es muy sabido que muchas ciudades han pasado por crisis económicas graves, debido a esto los gobiernos han optado por implementar o diseñar nuevos medios para rescatar a sus naciones. No obstante, la arquitectura puede ser un recurso que salve todo un país, ¿cómo? Conoce más del Efecto Bilbao. Este fenómeno llegó a poner en el mapa a Bilbao, ciudad de segundo nivel alejada de los centros de decisión mundiales
En los años 90, el sector metalúrgico y la industria naval de Bilbao estaban colapsando debido al agotamiento de su modelo industrial. Aunque la solución más sencilla parecía ser el intento por reflotar la industria, se apostó por algo diferente: cambiar el modelo a uno de pujanza mediante el sector servicios.
Para conseguir esto, se decidió invertir mucho capital en museos, como el icónico Museo Guggenheim, obra del arquitecto canadiense Frank Gehry. El Museo Guggenheim de Bilbao se ha convertido en modelo de un estudio internacional de planificación urbana que busca mejorar la posición económica y social de las ciudades mediante la construcción de proyectos arquitectónicos excepcionales.
El Guggenheim se ha convertido en un caso de estudio emblemático tras su éxito, con un récord de más de 1,3 millones de visitas el año pasado y un impacto económico en el entorno de 495,5 millones de euros.
Este caso de éxito ha sido replicado en diversas ocasiones (Glasgow, Varsovia, Gotemburgo), sin embargo, ha sido la causa de sucesivos fracasos en muchos lugares. Es importante recalcar que el éxito no radica únicamente en la construcción de edificios tan singulares como el Museo Guggenheim, sino que la realidad es más compleja y el cambio se ha alimentado también de las propias oportunidades de la crisis económica.
El éxito de Bilbao ha marcado un antes y un después en el tratamiento y comprensión de la arquitecta, un papel jugado principalmente por el Museo Guggenheim, sin duda una pieza de suma importancia para esta ciudad. Es por ello por lo que cuando se habla del Efecto Bilbao se refiere con diferentes matices, a la creencia más o menos extendida de la importancia otorgada a la construcción de un equipamiento de alto nivel, a poder ser dirigido por un arquitecto-estrella, como instrumento de revitalización urbana.
No obstante, ¿todo lo que tiene un inicio presenta una final? Para esto, el sociólogo Giandomenico Amendol señala que no debe dejarse de lado el objetivo principal de la renovación de Bilbao, el cual no era convertir la ciudad en un referente internacional, sino crear una ciudad mejor para sus habitantes y es algo que las Administraciones Públicas no deberían haber perdido de vista. Así, los ejemplos de explosión urbana de la creatividad de Glasgow y Bilbao, están siendo reconsiderados de forma crítica. Las grietas que se han abierto en sus economías después de una feliz pero corta temporada de crecimiento, están mostrando cómo la creatividad no es suficiente si no desencadena un proceso secuencial, acumulativo y tendencialmente irreversible de innovación productiva, organizativa y política.
