No hay mejor manera de formar una cultura ambiental, que empezando desde la infancia. En una ciudad francesa de Boulogne – Billancourt se juntó el aprendizaje con la naturaleza.
El estudio de arquitectura francés, Chartier Dalix, ha creado un centro educativo en donde la diversidad de flora y fauna radica en gran parte del instituto. Esta escuela apuesta por un nuevo sistema educativo introduciendo vegetación en un grupo urbano. Además de tener 18 aulas en donde se transmite conocimiento y aprendizaje, es el hogar de diferentes especies autóctonas.
Está situado en el sitio A4 Est, en el “Seguin-Rives de Seine” ZAC (zona de desarrollo urbano) en Boulogne-Billancourt en los antiguos terrenos de Renault; construida en una zona densa, con plantas escalonadas, piedra mineral y 6,766 m2, la escuela está en proceso de desarrollo natural, lo que quiere decir que la apariencia del edificio está sujeta a las leyes de la naturaleza. También es un centro social para residentes locales, en donde pueden disfrutar de la calma que el ambiente brinda y una vista excepcional.
El estudio Chartier Dalix define a este proyecto como “paisaje como un espacio de vida”, y es el corazón verde de la isla en el centro del sitio A4 Este. Es el elemento unificador en el que la flora y la fauna son los protagonistas. A pesar de que su forma está perfectamente planeada, en cinco o diez años será diferente debido a los cambios de la naturaleza.
