¿Cómo se construye una fachada flexible?
Las fachadas flexibles son un concepto arquitectónico innovador que ha ganado popularidad en los últimos años. Si bien son relativamente recientes, han despertado el interés de muchos usuarios que desean aprovechar al máximo este material en sus proyectos. Surge así la pregunta de cómo construir con fachadas flexibles, cuáles son los pasos a seguir y qué consideraciones se deben tener en cuenta. Con el objetivo de brindarte una guía para una instalación eficiente, aquí te presentamos algunos consejos clave para sacar el máximo provecho de este elemento arquitectónico de vanguardia.
Evaluación y diseño: esto incluye considerar factores como la estética, funcionalidad, rendimiento energético y presupuesto disponible. Con base en esta evaluación, se debe diseñar la fachada flexible, teniendo en cuenta aspectos como la forma, tamaño, características estructurales y detalles específicos.
Preparación del soporte: esto implica la limpieza y nivelación del área, así como la aplicación de un recubrimiento o acondicionamiento especial, dependiendo del tipo de soporte y del sistema de fachada flexible seleccionado.
Instalación de la estructura de soporte: esta estructura puede estar compuesta por elementos metálicos, muros de carga, perfiles de aluminio u otros sistemas diseñados específicamente para este propósito. Es importante seguir las indicaciones del fabricante y asegurarse de que esté debidamente instalada y nivelada.
Colocación de los paneles flexibles: una vez que la estructura de soporte está en su lugar, se procede a la colocación de los paneles flexibles. Estos pueden variar en tamaño, forma y material, dependiendo del diseño y especificaciones del proyecto. Por eso, es fundamental seguir las instrucciones del fabricante para una instalación correcta; esto puede implicar el uso de adhesivos especiales, anclajes o sistemas de sujeción específicos.
Ajustes y acabados: una vez instalados los paneles flexibles, es importante realizar ajustes finales y acabados para asegurar una apariencia uniforme y un buen funcionamiento de la fachada. Esto puede incluir la aplicación de selladores, remates o detalles de terminación que proporcionen un aspecto estético y protección adicional.
Mantenimiento y cuidado: para garantizar la durabilidad y rendimiento a largo plazo, es esencial llevar a cabo un adecuado mantenimiento y cuidado. Esto implica la limpieza regular de los paneles, la inspección periódica de posibles daños o desgastes, y la realización de reparaciones o reemplazos necesarios.
La construcción de una fachada flexible implica un proceso meticuloso que combina diseño arquitectónico, selección de materiales adecuados y estructuras de soporte. Desde la fase de diseño y planificación hasta la integración de elementos móviles y sistemas de control, cada etapa es crucial para lograr una fachada versátil y funcional.