Máxima seguridad en prisiones
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Los centros de readaptación social por lo general nos muestran espacios grises y sin vida, pues únicamente se está tomando en cuenta la función de albergar a los reos que se encuentran allí, sin embargo, en Estados Unidos existe una prisión que parece salida de una película de ciencia ficción o, siendo más realistas, retomando el concepto de Alcatraz.
La prisión Vernon C. Bain se encuentra anclada en Long Island, en el Bronx, y cuenta con el Récord Guiness del mayor barco-prisión en funcionamiento en el mundo. Se construyó en 1980 debido a una sobrepoblación en el resto de los centros correccionales en Nueva York y comenzó operaciones en 1992.
Sus funciones son las mismas que en una prisión convencional, con pabellones para cada tipo de preso, así como espacios comunitarios como comedores, biblioteca o para hacer deporte y, aunque en un principio era un centro penitenciario temporal -mientras se solucionaba la cuestión de la sobrepoblación en prisiones terrestres-, terminó operando de manera regular.
Esta prisión tuvo un costo de 161 millones de dólares y actualmente hay alrededor de 800 presos en ella. No se encuentra todo el tiempo anclada a la orilla, por lo que una de las medidas de seguridad que no se deben romper nunca es que haya a bordo 3 tripulantes marítimos los 365 días del año.
Debido al valor del suelo, en el futuro podría replicarse este modelo de construcciones flotantes. Mientras tanto, en otros países como Lituania ya se están haciendo prototipos aún más impactantes, como una correccional fija en el océano Pacífico, eso sí, con medidas sustentables, porque eso es lo que marcan las tendencias.