Un problema que ha crecido en muchas dimensiones es el de la contaminación, tanto que se ha salido de control y se sigue generando más basura de la que se puede procesar. Ante este panorama, se han pensado algunas soluciones para manejar algún porcentaje mayor y surgió una propuesta que puede ser la solución: carreteras hechas con plástico reciclado.
Esta idea nació en Rotterdam, Holanda. Se planea sacar el plástico de los océanos y a su vez, reciclarlo para hacer paneles desmontables que permitan hacer módulos a manera de rompecabezas, formando la carretera.
Una de las ventajas es que al ser piezas que se ensamblan, los paneles se pueden trasladar de un lugar a otro fácilmente, así como instalarse en terrenos fangosos o con mucha arena.
Además de ser una opción ecológica para limpiar el océano, también representa una opción diferente al material del asfalto, con la diferencia de la reducción de dióxido de carbono resultante en su producción. Por donde quiera que se vea, esta solución presenta múltiples beneficios para todos.
