En la ciudad de Río de Janeiro, en Brasil, podemos encontrar un monumento muy peculiar. Se trata del Cristo Redentor, también conocido como el Cristo de Corcovado (debido que ese es el nombre que recibe el lugar sobre el que se erige). De más de 30 metros, esta estatua recibe a miles de creyentes y peregrinos durante todo el año.
Su diseñador fue el ingeniero brasileño Heitor Da Silva Costa, mientras que el escultor principal fue el francés Paul Landowski. El escultor rumano Gheorghe Leonida se encargó de la cara del monumento.
Su construcción tomó nueve años (de 1922 a 1931) con un costo aproximado de $250,000 dólares (equivalentes a $3,600,000 dólares hoy en día). Está hecha de hormigón reforzado, y todos los moldes para su construcción fueron hechos en tamaño real con yeso por Landoswki. La parte baja está reforzada de la estatua está reforzada con acero. El interior es hueco y tiene 12 niveles destinados a darle mantenimiento.
En 2010 tuvo una restauración, en la que se limpió, se reemplazó el mortero y la esteatita del exterior y el acero del interior, además de agregarle protección contra la humedad. Cabe destacar que tanto en la cabeza como en las manos tiene pararrayos para protegerla en las tormentas.
El Cristo Redentor es una figura representativa de Brasil. Desde las calles de Río de Janeiro se puede ver, y convive con el ambiente festivo que permea la ciudad en tiempos de Carnaval. Una verdadera Maravilla del Mundo Moderno.
