Los arquitectos deben tener una visión a futuro de las ciudades que les gustaría habitar, pero que también les sean favorables a los residentes de cada ciudad. Por ello, se trabaja en los edificios del futuro, que aunque puedan parecer extravagantes, raros o con formas impensadas, serán los edificios habitados por las personas en algunos años.
Tal es el caso de las Absolute Towers que, aunque siguen teniendo la estructura tradicional de un edificio, están llenas de curvas. Construidas en Canadá, se las conoce como las “Torres Marylin Monroe”, pues su creador, el arquitecto Ma Yansong, dice que por sus curvas son la construcción más sexy del mundo. Del mismo arquitecto, está el Urban Forest, un rascacielos que mezcla la modernidad con la ecología, pues cada una de sus terrazas y balcones cuenta con vegetación, por lo que su diseño resulta sustentable y provocador. Este rascacielos de 500 metros estará construido en China.
Los diseños utópicos también están en parques y plazas, como el parque público de Moscú que fue elegido por medio de un concurso, el cual tiene planeado mostrar cuatro escenarios: tundra, estepa, bosque y humedal, con microclimas integrados que hagan que los visitantes gocen de los paisajes como si realmente estuvieran en la naturaleza. El parque estará abierto 24/7.
En cambio, hay opciones para embellecer antiguos espacios en desuso, como las ideas del arquitecto Alejandro Zaera en las cuales busca cubrir con plantas trepadoras antiguas naves industriales fuera de funcionamiento, bajo la premisa de mejorar su aspecto y también aportar en la mejora de la calidad del aire.
Así, sólo queda esperar a que los edificios del futuro sean construidos -algunos ya comenzaron- por los arquitectos que, en ocasiones, tienen una visión que casi raya con la ciencia ficción.
