Ya se terminaron los tiempos en que se instalaba un piso de uso rudo en las cocinas por el tráfico que hay en estas y el constante derrame de productos y sustancias; entonces se pensaba en sacrificar un poco de estética con tal de tener un piso duradero. Pero eso ya se acabó.
Los pisos vinílicos se han perfilado como la opción ideal para este tipo de habitaciones debido a su fácil instalación, la resistencia a la humedad y el agua, con el gran valor agregado de darle un toque de buen gusto, ya que actualmente los pisos vinílicos son elegantes, de calidad e imitan prácticamente cualquier superficie.
Ante un derrame o exposición al agua, los pisos vinílicos son fácil de limpiar y su textura no se verá modificada ante esos percances.
Sin embargo, no es privativo su uso para cocinas, es adaptable y versátil para cualquier otra habitación, gracias a que resiste los impactos sonoros, es térmico y posee características antiestáticas y antibacterianas.
