La arquitectura siempre tiene un propósito, ya sea la fama, el reconocimiento o el poder, pero en muchas ocasiones el motor para crear grandes construcciones es el amor. Sean arquitectos o no, quienes en su momento mandaron erigir grandes edificaciones por amor lograron diseños hermosos y resistentes que, como si ese cariño los mantuviera en pie, han logrado llegar hasta nuestros días. Aquí una muestra de estas obras:
Taj Mahal. Es el más famoso de este tipo de construcciones; ubicado en Agra, India, se creó entre 1631 y 1648. Lo mandó hacer el emperador mongol Shah Jahan para su tercera esposa, Mumtaz Mahal, quien viajó con él en todo momento haciendo el papel de esposa y consejera de confianza. Murió al dar a luz a 13vo. hijo. El emperador, en señal de luto, mandó crear el Taj Mahal en mármol blanco, en memoria de su amada esposa.
Hotel Normandie. Este lugar en Puerta de Tierra, Puerto Rico, fue mandado a construir por el ingeniero puertorriqueño Félix Benítez Rexach, en el mismo lugar donde conoció a la francesa Môme Moineau, una rebelde bohemia de la alta sociedad. El edificio es de estilo art decó, con detalles orientales.
Museo Soumaya. En la Ciudad de México se encuentra este museo que es un emblema del amor de Carlos Slim hacia su esposa Soumaya Domit, quien falleció a causa de una falla renal a la edad de 50 años. El edificio se caracteriza por su aspecto futurista y alberga más de 60 mil obras de arte.
No cabe duda de que el amor idealiza y de él surgen las ideas más arriesgadas, pero también las más bellas.